Mucho alboroto causó el cambio de fracción de diferentes diputados en el Congreso de Nuevo León, que, si son legales o ilegales, pero aquí lo que analizaremos es la incapacidad del Coordinador de los diputados de Morena desde el momento en que accedió a esa función, donde ha tenido más desaciertos que aciertos.
La realidad es que, desde su llegada a la Coordinación, Ramiro no da una porque aparentemente llegó sometido a su anterior partido, al que seguramente le sigue sirviendo, es decir al Partido Revolucionario Institucional, quien quizá pudo haber influido para que llegara a la coordinación de Morena, para desde ahí fortalecer las decisiones de la fracción priista.
Esto quedó evidenciado cuando cedió el control del Congreso al PRI, cuando le dejaron solamente la dirección de prensa del Congreso, la cual también terminó perdiendo por su incapacidad, o por sometimiento voluntario al PRI, la realidad es que la coordinación le quedó demasiado grande a Ramiro González.
Ahora con el cambio de los diputados, todo hacía suponer que el cambio del priista Marco González, no era más que una simulación debido al sometimiento de Ramiro al PRI, pero ya con más diputados en su fracción, Ramiro pensó que todo era real y trató de agandallar la administración del Congreso al PRI, suponemos que rompiendo acuerdos.
Por lo que de inmediato la fracción del PRI, sumó diputados de otras fracciones, con lo que siguió con la administración del Congreso, dejando a Ramiro sólo mirando, con las manos vacías, lo que no sucedió al principio cuando llegó a la coordinación, porque su incapacidad, lógico no supera la capacidad del coordinador de los diputados del PRI.
Ramio es un infante e incapaz, frente a la capacidad de Francisco Cienfuegos el coordinador de los diputados del PRI, quien es un verdadero operador político y con amplia experiencia, así que para cuando Ramiro va, el priista ya viene de regreso y para cuando Ramiro levanta el brazo, el priista ya lo tupió.
No hay comparación entre Ramiro González y Francisco Cienfuegos, el segundo lo supera por mucho, tan es así que influyó para que cambiaran la Ley para llegar al Congreso Local sin contender, y al llegar fue capaz de administrar el Congreso ganando sólo una o dos diputaciones de mayoría, mientras Ramiro con más diputados ganados les cedió los espacios.
La realidad es que Ramiro en cada acción sólo refleja incapacidad y no puede seguir llevando diputados a su bancada, mientras el PRI, aún debe tener otros tres de reserva, por si Ramiro suma uno el PRI, suma dos, Morena en el estado ya debe darse cuenta que Ramiro no les es útil como coordinador y quizá como diputado tampoco, pero ahí si tienen que aguantarlo porque ganó su entrada al Congreso.
Aún quedan dos años a la actual legislatura, por lo que Morena debe sumar los desaciertos de Ramiro González y cambiar al coordinador en caso de que quieren seguir sumando, porque con Ramiro nunca tendrán el control en el Congreso, le falta experiencia y capacidad para coordinar esa fracción.
Cuando llegó, lo primero que debió hacer es sumar a los diputados que llegaron al Congreso por la alianza con Morena, de que se podía se podía, tan es así que otras fracciones por las que no llegaron los pudieron sumar, cuando lo más natural era que Ramiro los sumara, primero porque coincidían en ideologías, desde el momento que fueron a la contienda juntos.
Segundo, porque Morena es el partido en el poder y la que puede ofrecer un mejor futuro, pero le faltó capacidad para convencerlos o simplemente, no le interesa Morena, sólo utilizó al partido en para llegar al Congreso, porque el PRI, nunca le habría dado esa oportunidad, nunca lo habría nominado porque no le vieron la capacidad.
La ineficiencia de Ramiro no tiene límites, de última hora nos enteramos de la renuncia de la diputada Claudia Tapia a la bancada de Morena, acusando a Ramiro González de ser un operador prostituido, sin los valores de Morena, que sirve a un patrón diferente a su partido, esto sin duda iniciará la decadencia de Ramiro en la coordinación, porque la que se va es una verdadera morenista.